El oportunismo invade a la política en la República Dominicana. Individuos sin ningún tipo de criterio, escrúpulo, formación ni vocación de servicio son en gran parte los precandidatos de los distintos partidos políticos que aspiran a un cargo electivo en el país. Seguir leyendo... Otros llevan años lucrándose con los cuartos del pueblo y se reeligirán con muchas posibilidades de ganar. Asombrosamente a varios de ellos se les ha vinculado al negocio del narcotráfico, vos populis en las comunidades y pueblos pequeños, donde cada quien sabe de que pie cojea el vecino. De otros se ha confirmado sus nexos con la trata de personas, como el diputado Radhamés Ramos García, un ejemplo simple de la burla a la justicia en nuestro país.
Penosamente muchos de nuestros políticos son tígueres, asaltantes, que se imponen en las bases de su partido por medio a la repartición de papeletas, aunque hay muchos hombres serios en las tropas blancas, rojas y moradas, pero lamentablemente, lo malo es siempre lo que resalta.
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