Por María Cristina Rodríguez
Mientras algún genio mandatario llamaba la atención de los flashes, teorizando, y ni sus propios homólogos les ponían atención, nuestros pueblos se desgarraban; cada 20 minutos moría una persona de forma violenta en el conjunto de los 8 países que conforman el SICA.
La indiferencia, cómplice de nuestros líderes, el narcotráfico y su secuela de crímenes, nos convierten en añicos. Sectores oscuros están de fiesta. Nuestra región, castigada además por una desproporción brutal en la distribución de la riqueza, tan marcada que se convierte en violencia económica, sólo incauta al año unas 83 toneladas métricas de cocaína, una cifra famélica frente al trasiego de drogas.
Listín Diario 4/07/2012
La reciente Cumbre 39 del Sistema de Integración Centroamericana desarrollada en Tegucigalpa, Honduras, no pudo ser más decepcionante. El encuentro de mandatarios inició sin expectativas, transcurrió y terminó sin pena ni gloria porque degeneró en una sucesión de discursos baratos, cargados de poesía falsa y manufacturada; se redujo a un mero espectáculo mediático lleno de promesas incumplidas.
La reciente Cumbre 39 del Sistema de Integración Centroamericana desarrollada en Tegucigalpa, Honduras, no pudo ser más decepcionante. El encuentro de mandatarios inició sin expectativas, transcurrió y terminó sin pena ni gloria porque degeneró en una sucesión de discursos baratos, cargados de poesía falsa y manufacturada; se redujo a un mero espectáculo mediático lleno de promesas incumplidas.
El organismo regional va perdiendo credibilidad, se
autoempuja progresivamente a la irrelevancia total. Ahora es olfateado de cerca
por el nuevo “observador”, la decadente e injerencista potencia estadounidense;
y amenazado con la sombra de la cacareada Alianza del Pacífico que podría tener
un espaldarazo chino por los 71 mil millones de dólares que exportó sólo hacia
Asia en el 2011; y que presume en altavoz sus potenciales ¿215 millones de
consumidores? Sin antes agotar los pasos clásicos de los procesos de
integración. Seguir leyendo...
El SICA, reducida a una orgía, cavó su propia tumba y
demostró su inoperancia como elefantes en un salón de sesiones; no quiso
mojarse los pies y condenar el gobierno ilegítimo de Federico Franco en
Paraguay pero tampoco incluyó en la declaración final “su solidaridad” con
Lugo, pese a la oposición firme de Nicaragua. Una derecha sin contrapeso bailó
a sus anchas como si nadie la estuviera mirando.
Los “líderes” debatían seguridad regional; punto reincidente
en la agenda de resultados fiambres porque en la práctica los compromisos nunca
se cumplen.
Mientras algún genio mandatario llamaba la atención de los flashes, teorizando, y ni sus propios homólogos les ponían atención, nuestros pueblos se desgarraban; cada 20 minutos moría una persona de forma violenta en el conjunto de los 8 países que conforman el SICA.
En dos días de cumbre 120 personas fueron asesinadas,
mientras la misma cantidad de vehículos eran robados; dos realidades
espeluznantes; es puro terrorismo en la región, evocando el recuerdo de los
conflictos cuando Centroamérica se desangraba. Para entonces, en Guatemala y El
Salvador las matanzas eran menos agresivas que ahora que “lograron la paz”.
En Vietnam, en ocho años, sólo murieron 55 mil
estadounidenses. México, el país más peligroso de América para ejercer el
periodismo, no sale del espanto porque de sus 113 millones de habitantes cada
año matan 10 mil y en los últimos 5 años registra 60,420.
Sin embargo; somos menos de 50 millones de centroamericanos
y caribeños, y por año, el narco y la violencia se tragan 22 mil, según el
Anuario del 2011 de Seguridad Regional en América Latina y El Caribe; estamos
frente a la peor de las guerras.
La indiferencia, cómplice de nuestros líderes, el narcotráfico y su secuela de crímenes, nos convierten en añicos. Sectores oscuros están de fiesta. Nuestra región, castigada además por una desproporción brutal en la distribución de la riqueza, tan marcada que se convierte en violencia económica, sólo incauta al año unas 83 toneladas métricas de cocaína, una cifra famélica frente al trasiego de drogas.
Los jefes de Estado y de Gobierno tienen una sola opción:
golpear sin paños tibios la desafiante inseguridad en la región, principal
preocupación de nuestros pueblos. Serían sabios si involucran en la lucha a
entidades regionales, instituciones públicas locales, las organizaciones
sociales, el sector privado, y la cooperación internacional de países amigos.
Ojalá que en futuras pasarelas del SICA, verdaderamente, se
renueven los compromisos, pero paridos, o de lo contrario el SICA se degradará
a sica.
2 comentarios:
Ya se han institucionalizados las "Cumbres" regionales e internacionales donde ,"los protagonistas" hacen las veces de Mario Moreno (Cantinflas), hablan mucho,no hacen ni resuelven nada que beneficie a los mas necesitados;estos "mediocres actores"se disputan a quien hable mas bonito o a quien hable mas mentiras creibles que otro , y al final SIMPLES CANTINFLADAS aburridas que no hacen reir a nadie , todo lo contrario , enojan ,frustran y ponen a los expectadores a la expectativa que todo lo que alli dicen son puras mentiras de politicos baratos y demagogicos.
Estamos 100 % de acuerdo con Maria C. Rodriguez sobre lo expresdo por ella a "LA CUMBRE DEL SICA", especialmente , en cuanto que mientras los representantes y gobernantes se pasan de retorica en retorica , la gente pasa calamidades ,la voiolencia se incrementa conjuntamente con la miseria economica y social de los pueblos,sometidos a los discursos vacios de los esclavizadores modernos(politiqueros)que entretienen e ilusionan al pueblo con promesas que caen al vacio, inmediatamente (despues de haber comido , bebido ,y quien sabe que otras cosas)y se dirigen de nuevo a sus respetivos paises con nada y sin nada.
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