La envidia es uno de los sentimientos más impuros y asqueantes que existe en la historia de la humanidad. Un ser envidioso actúa por impulso, sin criterio, mezquinamente. Hace juicios de valor basados en la mentira, dolor y el odio.
El envidioso es una persona llena de amarguras, que en donde hay color sólo puede visualizar reflejos grises. Mientras el mundo avanza, él o ella, se queda estancado en su resentimiento, en sus frustraciones, en su lodo de gusanos y cucarachas. Seguir leyendo...
El envidioso es acomplejado, triste, que no conoce el valor de la vida, que confunde la poesía con la nota luctuosa.
Cuando el envidioso o la envidiosa no encuentra que atacar, de a quien decidió envidiar, se va a lo personal. Usa recursos bajos, muy bajos y sucios, así como su corazón.
El envidioso es una persona llena de amarguras, que en donde hay color sólo puede visualizar reflejos grises. Mientras el mundo avanza, él o ella, se queda estancado en su resentimiento, en sus frustraciones, en su lodo de gusanos y cucarachas. Seguir leyendo...
El envidioso es acomplejado, triste, que no conoce el valor de la vida, que confunde la poesía con la nota luctuosa.
Cuando el envidioso o la envidiosa no encuentra que atacar, de a quien decidió envidiar, se va a lo personal. Usa recursos bajos, muy bajos y sucios, así como su corazón.
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