miércoles, 6 de mayo de 2009

Dejémonos de hipocresía

Lo que talvez ha molestado a la iglesia católica sobre las recientes acciones del padre Alberto Cutié, ha sido su indiscreción. Son muchos los curas que alrededor del mundo han estado envueltos en escándalos mayúsculos que van desde pedofilia hasta violación sexual a hombres y mujeres. De seguro que lo peor está por descurbirse. Ante estas acciones la iglesia católica deberia tomar ciertas medidas preventivas como la eliminación del celibato para que los sacerdotes y monjas se casen y formen sus familias, tal como ocurre en otras religiones.

La prohibición del acto sexual a estos feligreses lo que hace es contribuir a la degeneración. La extrema división y discriminación sexual que impulsa el Clero al agrupar por separado a hombres y mujeres ha fomentado la homosexualidad y el lesbianismo. Seguir leyendo...

De acuerdo a una artículo publicado no recuerdo en que diario titulado ¨escándalos sexuales del vaticano¨, “El clero de la Iglesia Católica está formado por 1.600.000 seminaristas, sacerdotes y monjas, repartidos en 220.000 parroquias. De este contingente, según un cálculo aproximado, más de 400.000 personas son homosexuales y lesbianas, incluyendo también a transexuales que actualmente están siendo expulsados del servicio religioso por una orden secreta de Joseph Ratzinger, mejor conocido como el Papa Benedicto XVI.

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