Da pena y verguenza que comunicadores del patio y de larga data, que laboran en medios de comunicación de masas y renombres, por haraganería y descuido, sólo lean el primer párrafo de una noticia que luego aboradarían en sus espacios, la mal interpreten, y para colmo, desinformen a la población.Esta técnica pone en evidencia las debilidades y lagunas que tenemos como profesionales y que debemos mejorar y reforzar, porque informar en un medio radial, televisivo, escrito o digital, no es un juego de niños. Es deber del periodista, locutor, blogger y comunicador, educar a la gente, como un aporte a su país. Seguir leyendo...
Recientemente un periodista, ex presidente de Acroarte, dijo en su espacio televisivo, refiriéndose a un reportaje que escribimos en el periódico Hoy sobre “artistas no videntes”, que era un trabajo discriminatorio porque sólo mencionábamos extranjeros, sin embargo, no se percató de que en el centro del escrito, en negrita resaltábamos a los dominicanos.
Otra comunicadora dijo que “antes a los dominicanos nos querían quitar la bachata y el merengue, y ahora, María Cristina Rodríguez, dice que el merengue de calle tampoco es de aquí”, simplemente porque no leyó bien y no pudo entender que el reportaje que escribimos sobre “mambos y mamberos” se basa en el uso incorrecto de los términos.
Se supone que en el “lead”, están condensados los datos generales de una noticia, que es un género distinto a un reportaje de investigación, pero el resto del contenido también debe abordarse, para que la crítica esté sustentada en la verdad.
Los años de ejercicios en una profesión no garantizan credibilidad ni respeto. Estos dos elementos se ganan y se construyen con el tiempo.
Errar es de humano, pero no investigar antes de criticar, es de tontos.
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