La televisión y radio son un negocio, no cabe dudas, pero la base de todo comunicador debe ser servir, educar, informar y aportar de manera positiva a su país, sin ver la profesión como una oportunidad para únicamente enriquecerse a como de lugar, aun sea difamando personas. Seguir leyendo... Algunos comunicadores decidieron vender su verdad y palabra por unos pesitos. “Tú me das la publicidad y yo te promuevo”, es el negocio -intercambio que se ha pactado entre ciertos productores de televisión, líderes de opinión y sectores de poder.
Para nadie es un secreto que hay espacios televisivos y radiales que cuentan con producciones sustentadas bajo este esquema de trabajo. La difamación e injuria es su plato fuerte de cada día. Por suerte muchos oyentes y televidentes, y ¡hasta lectores! porque el asunto también se da en periódicos, no se dejan confundir. Lo triste del caso es que sí logran su propósito entre la gente común de los pueblos, los cuales en ocasiones repiten y confirman lo que comentan esos comunicadores pagados, como si estuvieron en el lugar del hecho.
1 comentario:
Dios !!! lo dijiste todo y no pudo ser mas claro.
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