Escribir para exaltar la figura de alguien y con ello complacer a partes interesadas, omitiendo el juicio crítico para no “lastimar” a los amigos, es hacer relaciones públicas no periodismo. Un periodista o comunicador que se respete y que le sea fiel a la verdad y a su ética como profesional no practica un periodismo complaciente, que sólo pone en juego su respeto y credibilidad y que pone en entredicho su olfato para identificar la noticia. Seguir leyendo...
Una cosa es hacer relaciones públicas y otra es hacer periodismo. Son dos funciones distintas que esperan resultados diferentes. La labor de un periodista no puede estar determinada por su interés social, económico, político y religioso.
Una cosa es hacer relaciones públicas y otra es hacer periodismo. Son dos funciones distintas que esperan resultados diferentes. La labor de un periodista no puede estar determinada por su interés social, económico, político y religioso.
Tampoco se puede confundir a un periodista y a un profesional de las relaciones públicas con un lambiscón busca vida.
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