Hay situaciones inexplicables que constamente suceden en nuestro país, que lo único que hacen es generar incertidumbre y que los ciudadanos desconfiemos más de nuestras autoridades, principalmente de aquellas llamadas a velar por la paz y la tranquilidad del pueblo dominicano.No se entiende como un individuo que perteneció a una entidad castrense y fue expulsado por mala conducta, sea asimiliado en otra. Conozco caso de miembros de las Fuerzas Armadas que “le dieron de baja” por indisciplina y otros graves delitos y hoy pertenecen a la Marina de Guerra, por citar un ejemplo. Seguir leyendo...
Ello sólo demuestra descontrol, poca investigación y falta de depuración de los expedientes y del personal a ser reclutado. De seguro que el amiguismo y la imposición por parte de algunos jefes de altos rangos influyen en este tipo de decisiones.
Se da el caso, como el del cabo de la Policía asignado a la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), que fue apresado anoche con dos paquetes de cocaína, que son reincidentes delinquiendo e igualmente siguen formando parte de las filas, sin ser sancionados.
Los militares que faltan a su institución y a la patria deben ser castigados doblemente, tienen que ser apresados y expulsados y lo mismo debe hacerse con sus protectores.
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